Portar una trenza en la muñeca
Ibn Abî Hâtem narró que Hudhaîfah divisó un hombre que tenía una trenza alrededor de su muñeca para curar la fiebre, entonces (Hudaîfah) la cortó mientras recitaba la Aleya: (La mayoría no cree en Allah sino como asociadores politeístas.) (12:106)
Otro relato narrado por Ibn Abî Hâtem dice:
“Entró Hudaîfah en la casa de un enfermo, y vio que este tenía una trenza alrededor de su brazo, y mientras la cortaba recitaba: (La mayoría de ellos no creen en Allah y son asociadores)”
Ibn Abî Hâtem Al Handalî, fue autor de libros sobre las características de los narradores, evidenciando su debilidad o confiabilidad (Yarh ua ta’dîl) y también sobre la exégesis Coránica (Tafsir). Murió en el año 327 de la Hégira.
Hudaîfah Ibn Al iamân (t), fue uno de los primeros en abrazar el Islam, y guardaba los secretos del Mensajero de Allah(e), por lo que se lo llamó “el de los secretos” ya que el Profeta (e) le había mencionado todos los nombres de los hipócritas de Medina. Murió durante el califato de ‘Alî Ibn Abî Tâlib (t) en el año 36 de la Hégira.
Relató Uakî’ que Hudaîfah (t) visitó un enfermo, y al tocarle el brazo descubrió en él un amuleto. Entonces preguntó: “¿Qué es esto?” Le respondió: “Algo sobre lo cual recitaron algo del Corán para curarme”. Inmediatamente Hudaîfah (t) lo cortó diciéndole: “Si murieras vistiendo eso, no haría la oración funeraria por ti”. Esto evidencia que tales actos deben ser desaprobados y que sólo se considera una “causa” válida aquello que el Islam ha considerado una causa válida. Por lo que amuletos, talismanes, fetiches y supersticiones son actos de idolatría que cometen los ignorantes de la religión.
El hecho de que Hudaîfah (t) recitara la Aleya (La mayoría no cree en Allah sino como asociadores politeístas.) alude a la posibilidad de presentar las pruebas que condenan el politeísmo mayor (Shirk Al akbar) para desaprobar a aquellos que cometen actos de politeísmo menor (Shirk Al asgar) porque este segundo se encuentra dentro del significado general del primero.
Extraído del libro: "La inspiración del Glorioso" del Sheikh ‘Abdurrahmân Ibn Ĥasan Ali Sheîj
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