Los presagios (At Tataîur)
Dijo Allah (Ta'ala): (Pero ciertamente cuanto les ocurría era porque Allah así lo decretaba, pero su mayoría lo ignoraba.) (7:131)
El agüero es un presagio que pueblos paganos sacan del canto o vuelo de las aves y fenómenos meteorológicos, tomándolos como un pronóstico supersticioso. Esta propensión es causada por temor o ignorancia, atribuyendo carácter sobrenatural u oculto a determinados acontecimientos. Por ésto Allah (Ta'ala) advirtió que tales sucesos no tienen relación con el destino y suerte de la persona, sino que es Él quien decide y destina todas las cosas.
Los agüeros anulan la perfección del monoteísmo (kamâl al Imân al ûâyib) que obligatoriamente todo creyente debe poseer en su doctrina islámica, porque agüeros y presagios representan susurros de Shaîtân que desea apartar a la persona del camino recto.
Dijo Allah (Ta'ala) (Y cuando les llegó nuevamente una época de prosperidad dijeron: Esto es lo que merecemos, pero cuando les acontecía un mal le echaban la culpa a Moisés y a sus seguidores; pero ciertamente cuanto les ocurría era porque Allah así lo decretaba, pero su mayoría lo ignoraba.) (7:131) es decir que Faraón y su pueblo al recibir una situación favorable, se consideraban merecedores de ella y que tal situación favorable no representaba sino la materialización de sus derechos. Pero cuando sufrían una desgracia, como la sequía o una peste la atribuían a modo de superstición a la presencia de Moisés (aleihi salam),considerándolo el culpable de tales sucesos. Por ésto Allah (Ta'ala) reveló (Pero ciertamente cuanto les ocurría era porque Allah así lo decretaba, pero su mayoría lo ignoraba.), y dijo Ibn ‘Abbâs (radiallaho anho) en su interpretación: “Es decir Su Juicio y decreto divino con respecto a ellos”. (Pero su mayoría lo ignoraba.) Siendo ignorantes, sin percepción real de las cosas, porque si reflexionaran encontrarían que Moisés (aleihi salam) sólo trajo consigo bien, beneficios y bendiciones para todo aquél que crea en él y siga su mensaje.
Y dijo (Ta'ala): (Dijeron: Vuestro augurio caiga sobre vosotros, si os dejáis advertir. Pero sois un pueblo de transgresores.) (36:19)
Relató Abû Huraîra (radiallaho anho) que el Mensajero de Allah (salallaho aleihi wa sallam) dijo: “No hay contagio, ni malos agüeros en los pájaros, ni en los búhos; tampoco existe mal agüero en viajar durante el mes de Safar” 1.
Agrega Muslim en su transmisión: “...ni constelación, ni espíritu que tengan influencia”.
Es decir que aquello que os aflige es resultado y responsabilidad de vuestros actos y maldades, no a causa de que Allah (Ta'ala) quiera perjudicaros, sino que debido a vuestras desobediencias y extralimitaciones es que el decreto de Allah (Ta'ala) os es adverso. Tal como reza el Corán (¿Acaso vamos a tratar por igual a quienes se someten a Allah y a los pecadores? ¿Qué os pasa? ¿Cómo es que juzgáis así?) (68:36,37)
(si os dejáis advertir.) Reflexionando sobre Allah (Ta'ala) y el monoteísmo, en lugar de recurrir a interpretaciones supersticiosas.
Relató Abû Huraîra (radiallaho anho) que el Mensajero de Allah (salallaho aleihi wa sallam) dijo: “No hay contagio, ni malos agüeros en los pájaros, ni en los búhos; tampoco existe mal agüero en viajar durante el mes de Safar”.
El contagio es la transmisión de la enfermedad de un enfermo a una persona sana. Los sabios explicaron las palabras “No hay contagio” de muchas maneras, pero la mas acertada es la interpretación de Al Baîhaqî: “Es decir que no existe contagio por decisión misma de la enfermedad, tal como consideraban los paganos, sin injerencia de la voluntad de Allah (Ta'ala). La realidad es que la enfermedad se transmite por orden y decreto de Allah, y por ello el Mensajero de Allah (salallaho aleihi wa sallam) dijo: ‘Huye de la lepra como si ésta fuera un león’ y dijo: ‘Que no se exponga el sano al enfermo’ y dijo: ‘Quien sepa sobre una zona sobre la cual ha caído una epidemia que no se acerque a ella’2 ya que todo depende del decreto y la decisión de Allah”. Esta opinión fue sostenida por sabios como Ibn Salâĥ, Ibn Al Qaîîm, Ibn Rayab e Ibn Mufliĥ. Transmitió el Imâm Aĥmad y Tirmîdhî de Ibn Mas’ûd (radiallaho anho) que el Mensajero de Allah (salallaho aleihi wa sallam) dijo: “Nada se transmite por sí mismo” y lo repitió tres veces. Entonces un beduino le dijo: “¡Mensajero de Allah! ¿Acaso la sarna no comienza por uno de los camellos y luego contagia al resto contagiándoles la peste? A lo que respondió el Mensajero de Allah (salallaho aleihi wa sallam): “¿y quién descendió la enfermedad sobre el primero de ellos? No hay contagio, ni malos agüeros en los pájaros, ni en los búhos; tampoco existe mal agüero en viajar durante el mes de Safar, es Allah (Ta'ala) quien ha creado todas las cosas, decretando su destino, sus aflicciones y su sustento”3. De esta manera el Mensajero de Allah (sallallaho aleihi wa salam) nos enseñó que todo sucede por el juicio y decreto divino de Allah (Ta'ala), pero que éste ha ordenado al ser humano que actúe de acuerdo con las causas y los efectos, y que por lo tanto no visite una zona afligida por una peste. En el caso de aquellas personas que poseen una gran entrega a Allah (Ta'ala), encomendándose (taûakkul) a Él desde lo más recóndito del corazón, estas personas pueden exponerse a ciertas situaciones que normalmente producen aflicciones o contagios, esperando y anhelando de Allah (ta'ala) que los proteja de todo mal, en especial considerando que exista una necesidad general o particular, y por eso encontramos que el Profeta (salallaho aleihi wa sallam) tomó la mano de un leproso y la llevó hasta la fuente (escudilla) de comida, y lo invitó a compartirla con ellos diciéndole: “Di: En el nombre de Allah, en Allah confío y me encomiendo (Bismillah, ziqatan bil lah, ûa taûakkulan a’leihi)”4. Se registra que Ibn ‘Omar (radiallaho anho) y Salmân (radiallaho anho) obraron de igual manera, y que Jâlid Ibn Al Ualîd bebió veneno, y que Sa’d Ibn Abî Uaqqâs caminó sobre las aguas del mar”5.
Dijo Ibn Al Qaîîm: “Las palabras del Mensajero de Allah (salallaho aleihi wa sallam): “Ni malos agüeros en los pájaros”, pueden aludir a dos posibles significados, el primero que sea una negación de la existencia real de la predicción indicada por el agüero, y la segunda posibilidad es que sea una prohibición a guiarse por los indicios de los agüeros, y que la utilización de los agüeros es ilícita. Pero el contexto de estas palabras “No hay contagio, ni malos agüeros en los pájaros, ni en los búhos; tampoco existe mal agüero en viajar durante el mes de Safar” indica que el significado es el primero de
los mencionados, ya que es también más clara y evidente la negación de la realidad del hecho en sí mismo que la prohibición de hacerlo.
Se transmite en Saĥîĥ Muslim que Mu’âûîah Ibn Al Ĥakam dijo: “¡Mensajero de
Allah! Hay entre nosotros quienes ven predicciones en los vuelos de los pájaros”. Le respondió: “Esa es una sensación que las personas encuentran en su interior, pero a pesar de ello que no os impidan seguir vuestro camino”6. Con estas palabras el Profeta (salallaho aleihi wa sallam) explicó a su nación que tal sensación sólo se encuentra en el interior de la persona, pero que ésta no tiene relación con la realidad, y que Allah no ha dispuesto tales contecimientos como indicios de lo que ha de suceder en el futuro. Quien comprende ésto, siente en su corazón tranquilidad y paz, entregándose a Allah y su disposición de los asuntos, creyendo en Allah y su monoteísmo y unicidad, desterrando del corazón toda raíz de idolatría y politeísmo.
Quien se aferra al monoteísmo, y se asegura de él, encomendándose a Allah
incluso antes de que tal sensación tenga lugar, purifica su corazón y completa su fe.
Dijo ‘Ikrimah: “Nos encontrábamos sentados junto a Ibn ‘Abbâs (radiallaho anho) y un pájaro pasó trinando, entonces una persona dijo: ‘¡Algo bueno!’ inmediatamente Ibn ‘Abbâs (radiallaho anho) dijo: ‘¡Ni algo bueno ni algo malo!’ desmintiendo tal afirmación, para que nadie crea que un pájaro tiene incidencia en los acontecimientos. Se registra que el sabio Tâûs salió en un viaje acompañado por una persona, y ésta al ver un cuervo chillar dijo: ‘Algo bueno’, entonces Tâûs le dijo: ‘Y qué bien puede traernos ese cuervo, no me acompañes en mi camino’”.
Se han registrado algunos Aĥâdîz que erróneamente son interpretados por algunos como un permiso a los agüeros, por ejemplo el dicho del Mensajero de Allah (salallaho aleihi wa sallam):
“Tres cosas son de mal augurio: la mujer, la montura y la hacienda”7. Dijo Ibn Al Qaîîm: “El hecho de que el Mensajero de Allah (salallaho aleihi wa sallam) haya informado que estas tres cosas representan un mal augurio no quiere decir que esté permitiendo los agüeros que Allah (ta'ala) desmintió en el Corán. Sino que estas palabras tratan de explicar un significado más profundo: Allah (ta'ala) es el creador de todas las cosas, y por lo tanto puede crear un mal indicio para aquellos que se apegan a tales asuntos mencionados, y crea buenos indicios para aquellos que se desapegan de ellos. De igual manera Allah concede a una pareja un hijo en el que pueden presentir la bondad y la
devoción, y otra pareja recibe un hijo en el que presienten la maldad. Así es como Allah crea seres que son una bendición para quienes se acercan a ellos, y crea otros que son una maldición para quienes se acercan a ellos. Todo ésto se encuentra bajo el Juicio y Decreto divino de Allah, de acuerdo con las cosas que Allah ha creado como causas de determinados efectos”
Dijo Ibn Al ‘Arabî sobre: “Ni malos agüeros en los búhos”. “Los árabes solían decir al ver un búho posarse sobre una casa: ‘Está anunciando mi muerte o la de algún miembro de mi familia’”. Así fue que el Profeta (salallaho aleihi wa sallam) anuló y desmintió tales afirmaciones.
Con respecto a las palabras: “Ni malos agüeros en Safar” existen diferentes
interpretaciones, ya que algunos sabios consideraron que “Safar” era el nombre de un parásito conocido que afligía a hombres y animales, y los árabes consideraban que éste se transportaba de un cuerpo a otro, contagiándolo, por propia voluntad. Esta opinión fue sustentada por sabios como el Imâm Aĥmad, Sufîân Ibn ‘'Uîaînah, Al Bujârî e Ibn Yarîr.
Otros sabios consideraron que tales palabras aludían al mes lunar de Safar, tal era la opinión del Imâm Mâlik. Transmitió Abû Dâûd que los árabes paganos solían considerar el mes de Safar como un mes de mala suerte, y por ello es que el Mensajero de Allah (salallaho aleihi wa sallam) anuló tal creencia falsa. Dijo Ibn Rayab: “Ésta es la opinión más acertada, ya que concuerda y se asemeja a las creencias anteriormente mencionadas en el Ĥadîz, en las que se atribuye mala suerte a diferentes objetos y situaciones. De la misma forma que considerar que un día en especial de la semana, por ejemplo el miércoles 8, es de mala suerte. Los árabes de la época pagana preislámica solían considerar el mes de Shaûâl como un mes de mala suerte, especialmente para el matrimonio”.
Agrega Muslim en su transmisión: “...ni constelación, ni espíritu”. Con respecto a la constelación, este significado será explicado en detalle en otro capítulo más adelante. En cuanto al “espíritu” representa un fantasma en el que creían los árabes paganos, que no era sino un genio o un demonio, que según ellos se presentaba ante ellos con distintas formas y colores, y que los extraviaba en el desierto, por ello el Mensajero de Allah (salallaho aleihi wa sallam) desmintió tal creencia.
Ante la pregunta: ¿Qué significa la negación de la existencia de los fantasmas? Siendo que el Mensajero de Allah (salallaho aleihi wa sallam) dijo: “Si os acechan los espíritus inmediatamente recordad a Allah (ta'ala)9”. La respuesta es: Estas palabras del Profeta (salallaho aleihi wa sallam) fueron pronunciadas durante las primeras épocas del Islam, y más adelante al
fortalecerse la fe en los corazones de los creyentes Allah prohibió completamente esta creencia, o también puede considerarse que la negación del Profeta (salallaho aleihi wa sallam) no alude a la inexistencia de los espíritus o fantasmas, sino que alude la imposibilidad de éstos de desviar o perjudicar a las personas por sí mismos si éstos recuerdan a Allah y se encomiendan a Él. Alude a este significado el siguiente Ĥadîz: “No existen
espíritus, sino que los fantasmas son los genios hechiceros” porque éstos engañan y alucinan a los seres humanos, y de esta manera comprendemos que el Profeta (salallaho aleihi wa sallam) no quiso negar su existencia.
Narró Anas (radiallaho anho) que el Mensajero de Allah (salallaho aleihi wa sallam) dijo: “No hay contagio, ni agüeros, pero me agrada Al Fa’l”. Se le preguntó: “¿Qué es Al Fa’l?” Dijo: “Son palabras optimistas”10.
Dijo Ibn Al Qaîîm: “Las palabras aliento no pueden considerarse una predicción ni un acto de idolatría, sino que por el contrario representan una expresión natural del ser, el cual se inclina hacia aquello que lo completa y alienta. El Profeta (salallaho aleihi wa sallam) informó a sus compañeros que le agradaban de este mundo las mujeres y los perfumes, como también le agradaban los dulces y la miel, y la bella recitación del Corán y escuchar la llamada a la oración (Adhân), los buenos modales..., en definitiva, le agradaba
todo aquello que representaba lo bueno y sublime. Allah ha creado en el ser
humano una inclinación natural hacia los bellos nombres, el triunfo, la paz, las
felicitaciones, las albricias, etc. estas palabras y sus significados alegran el corazón y elevan la estima y la fe de las personas. Si por el contrario escuchan significados opuestos a éstos los corazones se preocupan y entristecen, descendiendo la estima y la fe”.
Dijo Al Ĥalîmî: “Al Profeta (salallaho aleihi wa sallam) le agradaban las palabras optimistas (al fa’l) porque el pesimismo (at tashâum) es tener mala consideración de Allah, mientras que las palabras alentadoras representan la buena consideración de Allah, y el creyente debe obligatoriamente pensar bien de Allah ante cualquier situación”.
Narró ‘Uqbah Ibn ’Amir (radiallaho anho) que en cierta ocasión fueron encionados los agüeros en presencia del Mensajero de Allah (salallaho aleihi wa sallam), y éste dijo: “El mejor de ellos es Al Fa’l. Nada de eso debe impedir al musulmán continuar con su objetivo. En caso de que alguno de vosotros vea algo que le desagrade que diga: ‘¡Oh Allah! No viene lo beneficioso sino de Ti, y no ahuyenta lo perjudicial sino Tú, y no hay fuerza ni poder sino en Ti’”11.
Transmitió Tirmîdhî que Anas (radiallaho anho) dijo que al Mensajero de Allah (salallaho aleihi wa sallam) cuando salía para cumplimentar alguna necesidad, le agradaba escuchar que le dijeran: “¡Lo lograrás! ¡Vas por buen camino!”14. Registró Abû Dâûd que Buraîdah (radiallaho anho) dijo: “El Mensajero de Allah (salallaho aleihi wa sallam) no utilizaba agüeros, y al enviar un Mensajero le preguntaba su nombre, si le agradaba se alegraba, y si le disgustaba se notaba en su rostro”13.
“No viene lo beneficioso sino de Ti” porque los agüeros no traen ningún bien, ni benefician, sino que eres Tu, el Único sin asociados quien concede las bondades y las bendiciones a tus siervos. “No ahuyenta lo perjudicial sino Tu” porque nadie excepto Tu puede alejar los males y las aflicciones, tal como dijo en Su libro (Si les acontece algo bueno dicen: Esto proviene de Allah. Pero si les alcanza un mal dicen: Esto es a causa de esta nueva fe que habéis traído [¡Oh, Muhammad!] Diles: Todo proviene de Allah. ¿Qué le sucede a esta gente que apenas comprende lo que se les dice? Todo bien que te alcance proviene de Allah. Y el mal que te azote es consecuencia de tus obras.) (4:78,79) Ésto indica que elcorazón de la persona no debe apegarse sino a Allah, porque es Él quien concede las bondades y aparta los perjuicios, y ese es el significado del monoteísmo.
“No hay fuerza ni poder sino en Allah” porque el socorro y la ayuda se solicitan de Él, y el corazón no debe apegarse sino a Él, alejándose de los agüeros. Este recuerdo y súplica son pronunciados por aquellos que realmente y de corazón se encomiendan a Allah, lo cual es una de las mayores causas para obtener beneficios y alejar aflicciones.
“La fuerza” y “el poder” son posesión única de Allah (Ta'ala), y por lo tanto esta expresión representa el testimonio del monoteísmo del Señorío o Dominio de Allah (Ta'ala) (Taûĥîd ar rubûbîah), el cual alude al monoteísmo de la adoración (Taûĥîd al ulûhîah), la cual no se debe sino a Él.
Relató Ibn Mas’ûd (radiallaho anho) que el Mensajero de Allah (salallaho aleihi wa sallam) dijo: “Los agüeros son idolatría (Shirk), los agüeros son idolatría, no existe persona entre nosotros que no sienta algo en su corazón sobre los presagios, pero los destruye completamente Allah cuando el siervo deposita en Él su confianza”14.
La transmisión de Abû Dâûd dice: “Los agüeros son idolatría, los agüeros son
idolatría, los agüeros son idolatría” repitiéndolo tres veces, y es prueba evidente de la prohibición de utilizar agüeros y que su consecuencia es la idolatría ya que se apega el corazón a otro que Allah (Ta'ala).
La frase: “No existe persona entre nosotros que no sienta algo en su corazón sobre los presagios, pero los destruye completamente Allah cuando el siervo deposita en Él su confianza” fue dicha por Ibn Mas’ûd (radiallaho anho) y no por el Profeta (salallaho aleihi wa sallam).
Ibn ‘Omar (radiallaho anhuma) narró que el Mensajero de Allah (salallaho aleihi wa sallam) dijo: “Quien abandone su objetivo a causa de un mal agüero, habrá cometido un acto de idolatría (Shirk)” Dijeron: “¿Y cuál es el perdón para ese pecado?”. Dijo: “Que digas: No existe bien sino aquél que Tú destinas, no hay malos agüeros sino lo que Tú destinas, y no existe divinidad excepto Tú”15.
Este Ĥadîz fue narrado también por otro Saĥâba, ‘Abdullah Ibn ‘Amru Ibn Al
‘As, que fue uno de los primeros musulmanes, transmitió gran cantidad de Aĥâdîz y era erudito en la jurisprudencia (Fiqh). Murió durante los días de la sedición (fitnah) en la ciudad de Tâif.
“Quien abandone su objetivo a causa de un mal agüero, habrá cometido un acto de idolatría” porque considerar el movimiento o canto de un animal signo de mala suerte, abandonando aquello que previamente había decidido emprender es encomendarse a otro que no es Allah.
“¿Y cuál es el perdón de ese pecado? Dijo: “Que digas: No existe bien sino aquél que Tu destinas, no hay malos agüeros sino lo que Tu destinas, y no existe divinidad excepto Tu”. Porque a quien pronuncie estas palabras y desmienta aquella sensación que tuvo lugar en su corazón, sin darle importancia, Allah ha de perdonar y borrar aquello que en principio tuvo lugar en su corazón, ya que esa súplica demuestra la total entrega a Allah.
Este Ĥadîz indica que los agüeros no perjudican a quien los desmiente y prosigue su camino, pero quien les preste atención, no encomendándose a Allah puede ser castigado justamente con aquello que temió suceda a causa de dicho presagio, y ésto debido al hecho de haberse apartado de la fe obligatoria en Allah, y de que el bien y el mal se encuentran en las manos de Allah, y que sólo Él concede las bondades y aparta las aflicciones, tal como dice el Corán: (Todo bien que te alcance proviene de Allah. Y el mal que te azote es consecuencia de tus obras.) (4:79)
Dijo Al Fadl Ibn Al ‘Abbâs (radiallaho anho): “Los augurios son aquello que te impide continuar con tu objetivo o, por el contrario, te anima a proseguir”16.
Este Ĥadîz fue transmitido por el Imâm Aĥmad, y en su versión completa dice:
“Emprendí un viaje junto al Mensajero de Allah (salallaho aleihi wa sallam), y un ciervo cruzó el camino ofreciéndonos su lado izquierdo, entonces dije: "¡Mensajero de Allah! Lo he tomado como un presagio’. ‘Los augurios son aquello que te impide continuar con tu objetivo, o por el contrario te anima a proseguir’ me respondió.” Este Ĥadîz es débil debido a que su cadena de transmisión se encuentra cortada, ya que quien relata el Ĥadîz, Maslamah no conoció a Al Fadl Ibn ‘Abbâs (radiallaho anho). Al Fadl era primo del Mensajero de Allah (salallaho aleihi wa sallam). Dijo Ibn Mu’in: Murió en la batalla de Yarmuk, vistiendo la cota de malla del Profeta (salallaho aleihi wa sallam), a la edad de 22 años.
“Los augurios son aquello que te impide continuar con tu objetivo o, por el
contrario, te anima a proseguir”. Esta frase es una aclaración sobre aquello que es considerado o no un augurio o presagio, es decir que se considera presagio o agüero sólo aquello que te aparta de aquello que habías emprendido o te anima a que sigas adelante. La diferencia entre este último y las palabras de aliento (fa’l) es que el corazón se apoya y encomienda en tal signo, mientras que las palabras de aliento albrician con el triunfo, lo que causan alegría y buen animo, pero no son motivo de apego en el corazón, ¿comprendes la diferencia? Allah sabe más y mejor.
Notas
1 Transmitido por Bujârî (5757) y Muslim (2220)
2 Transmitidos por Bujârî (5728) y Muslim (2218)
3 Transmitido por Aĥmad (1/440) y Tirmîdhî (2144)
4 Transmitido por Abû Dâûd (3925) y Tirmîdhî (1818). Dijo el Sheîj Al Albânî: ‘Su cadena de narradores es débil’.
5 Transmitido por Ibn Rayab en su libro ‘Latâif al ma’ârif’ (69)
6 Transmitido po Muslim (537)
7 Transmitido por Bujârî (2858) y Muslim (2225)
8 N del T: De igual manera encontramos en la actualidad, que muchas personas consideran el martes 13 como un día de mala suerte.
9 Transmitido por Ibn Abi Shaîbah. El Ĥadîz es débil.
10 Transmitido por Bujârî (5776) y Muslim (2224)
11 Transmitido por Abû Dâûd (3719), pero el Ĥadîz es Mursal.
12 Transmitido por Tirmîdhî (1616)
13 Transmitido por Abû Dâûd (3920)
14 Transmitido por Abû Dâûd (3910) y Tirmîdhî (1614)
15 Transmitido por Aĥmad (2/220) y At Tabarânî (5/105)
16 Transmitido por Aĥmad (1/213), pero su cadena de narradores no es firme.
Tomado del libro: LA INSPIRACION DEL GLORIOSO
(Explicación del libro Kitâb at Taûĥîd
por Sheikh ‘Abdurrahmân Ibn Ĥasan Ali Sheîj)
Encontrado en: http://www.at-tahara.com/
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