Abû Bashîr Al Ansarî rahimullah narró que en cierta ocasión se encontraba viajando junto al Mensajero de Allah, sal-lal lahu wa leyhi wa selem cuando éste envió a un hombre para que ordenara que no quedara ningún camello con cuerdas u otras cosas atadas alrededor de su cuello sin ser cortadas(1).
Abû Bashîr rahimullah fue un Sahâba de la ciudad de Medina, participó de la batalla del Foso y murió a los sesenta años de edad.
La persona que el Mensajero de Allah, sal-lal lahu wa leyhi wa selem envió para difundir esta noticia fue Zaîd Ibn Harizah rahimullah , tal como consta en otra narración transmitida por Al Harez Ibn Abî Usâma. Así lo mencionó también Al Hâfidh Ibn Hayar.
Las cuerdas a las que se hace mención aluden a una costumbre del paganismo preislámico, en la que los guerreros, al romperse la cuerda que tensaba el arco de tiro, no la reparaban, sino que la colgaban del cuello de sus animales pues suponían que los protegía del mal de ojo.
Dijo Al Bagaûî:
“El Imâm Mâlik explicó la orden del Mensajero de Allah, sal-lal lahu wa leyhi wa selem de cortar todas las cuerdas alrededor del cuello de los animales debido a que las personas creían que estas cuerdas protegían del mal de ojo. Ésta fue la causa por la que el Mensajero de Allah sal-lal lahu wa leyhi wa selem prohibió tal hecho; con el propósito de enseñarles que nada puede impedir el decreto divino”.
(1) Transmitido por Bujârî (3005) y Muslim (2115)
Extraído
Sheikh ‘Abdurrahmân Ibn Ĥasan Ali Sheîj
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