Qatâdah e Ibn ‘Uîaînah desaconsejaron estudiar las fases y ciclos lunares, mientras que el Imâm Ahmad e Ishâq lo permitieron.
Narró Abû Musa que el Mensajero de Allah dijo: “Tres no han de entrar al paraíso: el adicto al alcohol, aquél que corta los lazos familiares y quien dé crédito a la hechicería”[1].
Registró Ibn Mundhir que Muyâhid no encontraba inconveniente en que se estudiaran las fases y ciclos de la luna. Dijo Ibn Rayab: “Lo lícito es estudiar la ubicación y transcurso de los astros, no el supuesto efecto que puedan ejercer, ya que esta ciencia es ilícita (haram), y una farsa, mucho o poco. Mientras que la ciencia que estudia el transcurso de los astros (astronomía) es beneficiosa, ya que indica la posición de la Qiblah y los caminos, y por tanto está permitida para la gran mayoría de los sabios.
En el relato arriba mencionado se nombra a Ishâq, quien se llamaba Ishâq Ibn Ibrahîm Ibn Majlad Al Jandalî An Naîsaburî, conocido como el Imâm Ibn Rahaûeîh. Transmitió Ahâdîz de Ibn Mubârak, Abî Usâmah e Ibn Uîaînah. Dijo el Imâm Ahmad: “Ishâq es para nosotros uno de los grandes sabios musulmanes”. Transmitieron de él Ahmad, Bujârî, Muslim, Abû Dâûd y tantos otros. Murió en el año 239 de la Hégira.
Luego citó el Hadîz narrado por Abû Musa en que el Mensajero de Allah dijo: “Tres no han de entrar al paraíso: el adicto al alcohol, aquél que corta las relaciones familiares y quien dé crédito a la hechicería”. Este Hadîz fue también transmitido por At Tabarânîy Al Hâkim, quien lo consideró correcto (Sahîh) y en su versión completa dice a continuación: “y quien muera adicto al alcohol, Allah habrá de darle de beber del río de Al Gaûta, que tiene su origen en los fluidos que segrega la vagina de las prostitutas, y propaga por el Infierno su hedor”.
El Sahâba narrador de este Hadîz es Abû Musa ‘Abdullah Ibn Qaîs Ibn Salîm Abû Musa Al Ash’arî, murió en el año 50 de la Hégira.
“Tres no han de entrar al Paraíso”, lo que muestra la gravedad del hecho, y por eso a los musulmanes de las primeras generaciones (As Salaf) les disgustaba dar interpretaciones sobre frases como ésta, y por ello decían: “Transmitidlas tal y como han venido, porque quien las interprete podría estar atribuyendo una afirmación a Allah sin conocimiento real”. La mejor explicación para frases como ésta es: Que todas las obras excepto la idolatría (Shirk) y la incredulidad (Kufr) que dejan a la persona fuera de la religión del Islam, se encuentran bajo la decisión de Allah , si castiga lo hace con justicia, y si perdona es debido a su Favor, Misericordia y Clemencia.
“El adicto al alcohol” es aquél que lo bebe asiduamente.
“Aquél que corta los lazos familiares” es decir los lazos de parentesco, tal como dice Allah (Si no obedecéis corromperéis la Tierra y cortaréis los lazos familiares. ¿Acaso esto os agrada?) (47:22)
“Y quien dé crédito a la hechicería” es decir a cualquier clase de ella, por ejemplo la astrología.
Dijo el Imâm Ad Dahabî en su libro “Al Kabâir (Los pecados capitales)”: “La prohibición es extensible a aprender técnicas tales como producir que la esposa enloquezca de amor por él, o que el esposo se enamore profundamente de su esposa, o por el contrario, que la odie, a través de palabras y fórmulas. Muchos de los pecados capitales son ignorados por el común de la gente, por no recibir información, advertencia ni exhortación”.
[1] Transmitido por Ahmad (4/399) e Ibn Hibbân (1380)
Extraído del libro: "La inspiración del Glorioso"
del
Sheikh ‘Abdurrahmân Ibn Ĥasan Ali Sheîj
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